Shhh, cierra las puertas y apaga la luz, sabes que los demonios volverán para quedarse. ¿No sientes el ruido? Los ángeles no tocarán las puertas del destino esta noche. Fuera hace sol, pero aquí dentro la nieve cae con fuerza, ¿no lo ves? Los vientos de Thor soplan fríos y te cubren de escarcha el corazón.

Los demonios no dan tregua, no dan cuartel, no piden cuartel. Llevan consigo un acero brillante y portan noticias que deben llegar a todos los destinos. Ellos eligen el camino por donde nadie más va. Hasta que te cruzas con ellos. El Diablo se burla de tus pasos, la risa estridente de la Bestia te desgarra el alma. La nieve que te cubre detiene tus pasos lentos y perezosos. Coge la mano del demonio que te aleje de la realidad.

Cierra la puerta, no abras las ventanas, déjame el aire suficiente para subsistir a la espera. Tápate los oídos, ¿no sientes el ruido de fuera? La luz se ha apagado, me acurruco en un rincón de este zulo de sueños, escondo la cabeza y recuerdo músicas celestiales y caricias angelicales. Me siento en el Cielo, mientras fuera los demonios caminan con los demás. Sin cuartel, sin tregua, sin salida, siguiendo el rumbo de las falsas realidades.

Escondida en mí escucho el rock que desgarra mi piel, acaricia mis senos hasta hacerles brotar sangre, coge mi corazón, lo aprieta y explota en emociones indescifrables. Porque los instrumentos lloran en esta canción, porque siento que me uno a ellos, somos UNO. El rock explica mis sentimientos, mis emociones y mis actos. Te da los por qués. El rock se ha hecho para dar respuesta a los sentimientos y al sufrimiento que no puede desahogarse como los demás.

Y no sé, no sé, no sé… sólo puedo esperar en mi rincón, con la puerta cerrada, las luces apagadas, las persianas bajadas hasta que tú toques a mi puerta.

Mientras tanto «no quarter».

Algunas cosas sólo pasan en las películas. Encerrada en el zulo de las ilusiones.