Siento defraudaros de nuevo, pero ahí va otro post surrealista, melancólico y anómalo. Es lo único que me sale cuando intento escribir algo… y más los días como hoy.


Siempre he adorado esta canción, la canción de los campos de fresas, es muy significativa. Es una de mis favoritas de los que yo considero líderes de la GRAN música, de los buenos acordes, de las brillantes composiciones y laboriosas letras, llenas de significado, sentimientos y emociones. Muchos piensan que los Beatles son un montón de mierda dulzona y empalagosa, pero los que dicen eso es que no llegan más allá de oír, no se paran a escuchar.

Y ¡pam! Vuelta a empezar, la cabeza me da vueltas, vuelvo a irme a mi campo de fresas alejado de la mano de Dios, allá en las estrellas extragalácticas y subyacentes de todo lo conocido. Mi mente se difumina en todos los tonos, matices y colores conocidos y desconocidos, atravesando la escala de blancos, rozando los ultravioletas y los infrarrojos. Me voy al campo de fresas rojas, donde la vida es jugosa, dulce y con cierto sabor amargo que enciende mi piel. Oh… ¿por qué estás emociones no puedo compartirlas? Siento que son sólo mías y de la música. ¿Nunca os habéis parado a imaginar, sólo un momento, por qué se te llena el alma en momentos tan efímeros y tan íntimos para que luego te arrebaten ese instante cuando abres los ojos? Yo nunca quiero abrirlos, pero es necesario, si no, sería el ser más autista de todos. ¿Qué pensarán aquellos que no pueden comunicarse como los demás? ¿Verán los campos de fresas? Su cuerpo está donde todos lo pueden ver, pero ¿y su alma? ¿su espíritu? ¿sus emociones? ¿sus sentimientos? No quiere despertar a la realidad, la fuerza, quien quiera o que quiera que sea que nos creó le ha dado esa desgracia o, quien sabe, ese don, para alejarse de la realidad que se le brinda para abrir los ojos a aquello a lo que lo demás no podemos ver ni imaginar. Ahora mismo, en este preciso instante, mientras llueve fuera, mientras caen gotas de lluvia finas, inexistentes, pero que tapan la luz de la luna, me siento un poco alejada de la realidad. Me siento bien. Me siento viva. Me siento con ganas de compartir todo lo que siento. Pero no hay nadie.

Vuelven a ser días de lluvia. Sin tormenta. En silencio. Sin ruidos. Sólo la tenue lluvia y yo. PAZ

¿Sabíais que John Lennon concibió esta canción estando en España, más concretamente en Almería? Justo en una casita abandonada a sólo 500 metros de mi casa. Fíjate tú lo que son las cosas. Canción que engendró a una multitud de nuevos soñadores…